No te quemes en el trabajo

1 comment maanito By maanito On 25 de May de 2015

cara-triste

La alta competitividad hace que sean cada vez más las personas que son sobrepasadas por sus responsabilidades y exigencias en sus puestos de trabajo. Todo esto se traduce en agotamiento, tanto físico como emocional e intelectual, y puede fácilmente traducirse en un problema de salud que llegue a necesitar atención médica.

Este nuevo mal se conoce como el “Síndrome del Burn Out (del quemado)”. Si has tenido más de una dolencia como: insomnio, dolor de cabeza, mareos, dolores musculares, trastornos digestivos, infecciones, manchas en la piel, trastornos respiratorios y circulatorios o variaciones en el peso, y sientes que vives para trabajar en lugar de trabajar para vivir, puedes estar sufriendo este síndrome.

Este síndrome es en realidad un tipo de estrés prolongado, que proviene de una sensación de que los esfuerzos que no se ven recompensados. Se da por lo general en personas que no están satisfechas con sus cargos, o en aquellas que dan más importancia a su vida profesional que a su vida personal.

Para evitar caer en este u otros males por exceso de trabajo (depresión, ansiedad o estrés), sólo debes adoptar algunas sencillas medidas que pondrán freno a la presión laboral:

Di “no” cada vez que sea necesario, esto no te hará menos profesional, no puedes acostumbrar a tus compañeros y jefes a sobrecargarte de trabajo o darte plazos de entrega imposibles.

Busca momentos para relajarte en la oficina, evita quedarte sentada sin despegar los ojos de la computadora todo el día, da pequeños paseos, y tomate el tiempo necesario para compartir un café o el almuerzo con tus colegas.

No te agobies con las tareas y responsabilidades, a veces, no es necesaria que el jefe o los colegas te presiones, a veces te presionas tu misma, revisa tu agenda y no la satures.

No te excuses por tareas retrasadas o que no puedes asumir, es mejor que sólo des explicaciones breces, pero claras y convincentes.

Busca otras maneras de relajarte después del trabajo, si sales disparada para tu casa a seguir trabajando o a atender las tareas del hogar, las cosas se complican aún más. Trata de darte tiempo para ir al gimnasio, hacer yoga, Pilates, o simplemente para dar una caminata o escuchar música, o compartir tiempo con los amigos, la pareja o los hijos.